En diciembre de 1960 nace en una humilde casa en los alrededores del mercado "La Tiendona", la marca Pan Sinaí como un proyecto que se inició más por supervivencia que por cualquier otro motivo. Pan francés era el único producto fabricado en aquel entonces, aunque con el tiempo decidimos entrar en el mundo del pan dulce por ser el preferido de los salvadoreños. Nuestra abuela, la fundadora de la empresa, cuenta que una tarde angustiada por verse viuda con varios hijos que sacar adelante y con muchas deudas se le presento la oportunidad de hacer quesadilla para un grupo de señoras que vendían pan dulce en canastos. Inmediatamente pidió una receta de quesadilla del pueblo donde era originaria y desde entonces empezó a producir quesadilla con mucho éxito. Esa misma quesadilla sigue siendo fabricada hasta hoy en día, tomando como base la misma receta de aquellos años y la misma pasión por la calidad de la abuela. Ha sido con ese mismo empeño y dedicación que dos generaciones más han trabajado por el mismo objetivo: llevar a la mesa de todos nuestros clientes un pan excelente que mantiene los secretos y sabores que nuestros antepasados nos enseñaron. Nuestra filosofía de trabajo se baja en hacer productos de primera calidad, a precios accesibles y servidos frescos en cada rincón de nuestro país. Hoy en día, después de más de 50 años de mantener esta deliciosa tradición de pan dulce salvadoreño ya somos más de 500 personas trabajando con entusiasmo día tras día haciendo pan y abriendo nuevos horizontes, exportando nuestro pan a Guatemala. Pan Sinaí es más que un simple pan que sale del horno hacia tu plato, somos un pan que ha alimentando a todos los salvadoreños por generaciones, esforzándonos más y más cada día para llevar un pedacito de tradición a tu mesa.